10 consejos ante el despido de un miembro de la familia en la empresa familiar

Una de las decisiones más difíciles y dolorosas que las empresas familiares pueden tener que enfrentar es la de despedir a un familiar. Con buen sentido las familias propietarias de negocios tratan por todos los medios de no llegar a estos extremos y dan una oportunidad tras otra al familiar que realiza actuaciones que lo ponen en la situación de ser despedido. Sin embargo, en ocasiones las oportunidades no dan lugar a una mejora de su conducta y la familia se encuentra con un despido.

Ante un despido de este tipo siempre hay un alto nivel de estrés familiar, sin embargo, existen algunas diferencias dignas de ser destacadas cuando esta situación se plantea en una empresa en la que los propietarios son el padre y/o la madre, lo son los hermanos, o lo son los primos. Veámoslas.

En la primera situación, padre-madre propietarios, es común que haya meses, incluso años, de dificultades en torno al familiar cuestionado, habiendo miembros de la familia partidarios de la firmeza y otros de la tolerancia. Con el tiempo la situación se vuelve insoportable y en la familia va calando el convencimiento de que no queda otra opción que el despido. Si alguno de los padres adopta la posición de “mi hijo va a seguir trabajando en el negocio pase lo que pase” nos encontramos ante un conflicto camino de la cronificación.

En la segunda, hermanos propietarios del negocio con hijos, ante el despido de uno de los primos, aparece la dinámica típica de las “ramas familiares” en que cada miembro de una estirpe tiene que apoyar a los demás, so pena de ser considerado un “traidor” a la misma. Los padres y hermanos de la persona cuestionada se pueden encontrar defendiéndola en contra de la opinión de las otras ramas que suelen adoptar posiciones más duras en relación a dicho familiar.

Por último, cuando los primos son propietarios, dentro del estrés que generan estas situaciones de despido, hay mas sosiego. La familia suele ser más veterana, habiéndose enfrentado a lo largo de su historia a muchas situaciones delicadas y, además, las dinámicas familiares están menos cargadas de elementos emocionales. En suma, hay más espacio para la objetividad.

Hay 10 consejos para prevenir y/o actuar ante una situación de despido que pueden ayudar a las familias empresarias.

Estos 10 consejos son:

1.- Disponer de una política sobre el despido de familiares bien pensada y puesta por escrito con antelación a encontrarse ante una situación de esta índole. Disponer de estos acuerdos previene comportamientos inadecuados al delimitar lo que no es aceptable. Al erigir esta política se lanza un mensaje alto y claro. Por otro lado, ante un despido no hay que improvisar sino seguir lo que se dispuso en dicho documento.

2.- Convocar al órgano encargado de resolver ante una situación de despido de un familiar (Consejo de Familia, Consejo de Administración, Reunión Familiar o al que competa). Habitualmente el despido de familiares no se deja en manos de los ejecutivos del negocio (familiares o no familiares) porque se les pone en una situación muy difícil. Es una decisión que corresponde a la familia (salvo en empresas muy grandes y profesionalizadas), por lo que tiene que arremangarse y enfrentar el desafío.

3.- Buscar la ayuda de expertos que conozcan bien el mundo de los negocios familiares que ayuden a la familia a tomar esta decisión con mente clara.

4.- Investigar los hechos a fondo.

5.- Escuchar a la persona en situación de despido tratando de comprender su versión completa de lo ocurrido. De igual modo, si nos encontramos en una empresa propiedad de hermanos o primos, se debe entender cómo ven las cosas los padres y los hermanos y hermanas de la persona cuestionada.

6.- Valorar si es posible dar una última oportunidad. Esto dará a la familia la certeza de que la medida se tomó como último remedio.

7.- Tomar la decisión sin que la persona despedida esté presente, y si nos encontramos en una empresa propiedad de hermanos o primos, tampoco deben estar presentes los padres o hermanos de dicha persona. La deliberación debe ser secreta en la medida de lo posible. Además, no debe darse un tratamiento distinto a faltas parecidas. Hay que ser justos. Lo contrario produce mucha desunión familiar. También debe valorarse si la persona despedida podrá o no ser propietario del negocio en el futuro.

8.- Cuidar la imagen pública del despedido. Esto a veces no es posible porque lo hecho ha sido tan grave y ha estado tan a la vista de todo el mundo que lo único posible es evitar que los daños vayan a mas.

9.- En la medida de lo posible ayudar al despedido a rehacer su vida, incluso con ayuda económica.

10.- Salvo circunstancias excepcionales el despedido no vuelve. Unos meses mas tarde siempre hay algún miembro de la familia que quiere reabrir el caso bajo el pretexto de “tal vez nos equivocamos” o “seguramente fuimos muy duros”. Esto debe evitarse. Los episodios amargos deben cerrarse. Las familias que reabren este tipo de situaciones no saben “poner límites” o no tienen la firmeza necesaria para hacerlos cumplir y, por ello, agotan sus fuerzas y tiempo pisando arenas movedizas y empantanadas en asuntos muy dolorosos.

Como decíamos despedir a un familiar es una de las decisiones más difíciles y dolorosas que enfrenta una familia empresaria y por ello debe hacerse con gran delicadeza. Los 10 consejos antes planteados son una gran ayuda para que las heridas que pueda originar esta decisión sanen con el tiempo y no queden cicatrices duraderas.

Rafael Rodríguez Díaz

Jacqueline Rodríguez Cabrera

Nota 1.- Cuando un miembro de la familia, que tiene una participación importante en el capital del negocio, tiene comportamientos inaceptables, normalmente, no nos encontramos con un despido sino con socios que se separan. Por ello, no nos hemos ocupado de esta situación en este post.

Nota 2.- Recomendamos la lectura del artículo de Ricard Agustín “¿El despido de un familiar romperá la familia?” Publicado en el blog de IADEF (Instituto Argentino de la Empresa Familiar). Nos animamos a escribir este post tras leer el suyo. (https://www.iadef.org/el-despido-de-un-familiar-rompera-la-familia/)