La Empresa Familiar: Doce Claves para el Éxito (9 de 13) Clave 8ª: “Crear un consejo de administración activo que incorpore a consejeros externos”

Esta clave y las once restantes se desarrollan ampliamente en nuestra obra La Empresa Familiar: Doce Claves para el Éxito, tanto en su versión audiovisual como en la versión escrita (libro), que podrá encontrar a través de nuestra web naruconsultora.com.

La mayoría de los consejos de administración de negocios familiares tienen algo en común: no funcionan. Son más una ficción legal que un órgano de gobierno de la empresa. Muchos consejos no se reúnen nunca, muchas actas de consejos de administración recogen reuniones que nunca se han producido, otros se limitan a asentir las decisiones que el dueño ha tomado. Sin embargo, disponer de un consejo de administración activo que funcione es, sin duda, una de las claves del éxito de las empresas familiares.

Por otro lado, las familias no hablan igual solas que cuando están en presencia de terceros. Las conversaciones son más profesionales y las emociones están más controladas. Además, las familias, como cualquier grupo humano, desarrollan una visión tubular de su realidad, perdiendo de vista cosas obvias que no escapan a terceros no familiares, que no trabajan en la empresa y que tienen gran experiencia de gestión. Un consejo de administración de un negocio familiar eleva significativamente su efectividad cuando cuenta entre sus miembros con una o varias personas expertas en negocios independientes a la familia y la empresa.

Un consejo de administración activo impulsa el avance del negocio en la “dirección correcta”. En sus reuniones sus miembros aparcan momentáneamente las presiones y tareas del día a día, fijan la vista en el “gran cuadro”, se calan el sombrero de responsable del “buen gobierno” de la empresa y cuelgan en el perchero el de familiar que trabaja o es propietario del negocio.

Preparar unas reuniones significativas y conducirlas para que haya avances y se tomen decisiones capitales con acierto conviene a cualquier tipo de negocio familiar con independencia de su tamaño. Interesa, incluso, a las microempresas tal y como se ve en la siguiente historia real.

“Yo me arruiné una vez”- decía el fundador de un negocio familiar en el que trabajaban cinco personas, varias de ellas miembros de la familia - “No puedo culpar a nadie de ello. La culpa fue toda mía. En aquella época yo sólo trabajaba, trabajaba y seguía trabajando. Di créditos a mucha gente. No escuchaba a nadie. No atendía a ninguna advertencia que me hiciera mi esposa, mis hijos y mucho menos alguien externo al negocio. Yo creía que esfuerzo y trabajo era todo lo necesario para sacar el negocio adelante. ¡Estaba muy equivocado y me arruiné! Hoy en día, cada dos meses, toda mi familia se reúne con nuestro asesor fiscal para ver cómo van los números del negocio y hablar sobre los aspectos importantes del mismo. El contar con una persona que sabe y que nos ayuda a pensar ha sido determinante en esta nueva etapa empresarial”.

Disponer de un consejo de administración que funcione conviene a cualquier tipo de negocio familiar. Sin embargo, cada familia empresaria, en función de su realidad familiar y empresarial, debe decidir qué tipo de consejo le interesa más, que puede ser: “informal”, “a la sombra” o “nombrado legalmente”. En nuestra obra se explica en detalle la diferencia entre estos tres tipos de consejo.

Esta clave se desarrolla en el octavo capítulo de nuestra obra La Empresa Familiar: Doce Claves para el Éxito, tanto en su versión audiovisual como en la escrita (libro). Ambas versiones están unificadas y se complementan, capítulo a capítulo, como base para el diálogo y la comunicación de las familias empresarias. Podrá encontrar ambas versiones a través de nuestra web naruconsultora.com.

El viernes de la próxima semana publicaremos el décimo artículo de esta serie que desarrolla la novena clave que es: “Planificar la sucesión”.